Es difícil explicar con palabras los sentimientos, en especial los que son tan profundos como el amor, o la nostalgia.
Te recuerdo tanto y con tanto cariño. Tu eres a lo que vuelvo cuando quiero soñar, cuando quiero ser feliz, cuando quiero pensar que aún quedan cosas buenas en el mundo, y que aún quedan cosas hermosas que vivir en mi vida. Sin pensarlo eres una huida casi terapéutica.
Tu inteligencia, tu simpatía. Tu hermosa sonrisa y tus ojos inocentes tan cafés. Aún los veo en mi memoria, tan claramente, como el agua cristalina de la piscina en que nos tiramos con nuestros amigos, en una noche de verano.
Me gustaba cuando tocabas música, tocabas tan bien. Me gustaba abrazarte por la espalda mientras tocabas.
Tu nunca sabrás, pero me gustaba porque sentía tu calor, tan desinteresado, tan hormonal.
Tu no cantabas, no hacías ni un ruido, pero tu respiración cambiaba. Era la concentración?
Me gustaba sentir la vibración de la música fuerte, me hacia sentir tan pequeña, tan nada, y podía cerrar mis ojos y ver todo oscuro, y sentirte, e imaginar.
Eras un muy buen compañero, un artista, un amigo de verdad, tan paciente.
Te quice por mucho tiempo.
Tú.
Me gustaría volver a verte, cerca del mar. Y verte, y verte más.
Porque el pasado no puede cambiar, y los recuerdos sólo se mejoran.
No comments:
Post a Comment