Siento que el tiempo pasa, mientras uno sabe, uno ve, lo mira todo, al menos todo lo que esta a nuestro alcance. Mucha gente tiene menos alcance que otras. Como yo. Asique creo que para personas casi-ciegas como yo, la capacidad de imaginar qué hay más allá, es mayor a la de los que si pueden ver bien.
El que ve borroso, el que no distingue colores, el que no ve a cierta distancia, tenemos otro poder. Así como un poder mágico, con una varita, brillo y luz. Nosotros podemos imaginar lo que esta ahí, no es necesario ya ver. Quizá es lo que queremos ver, o lo que nuestras mentes ya dibujan para nosotros, para ya sea atormentarnos o mantenernos tranquilos. A veces no es lo que uno quiere, es como las personas con depresión, o las personas ansiosas, imaginan cosas malas, destructivas, pensamientos fatalistas que salen a la luz a través de imágenes involuntarias que son creadas por las ansias o por la depresión, no por querer desearle, o hacerle mal a nadie, ni menos a ellos mismos.
Hoy, un día normal de invierno, frío, con neblina y agua en el suelo, escuché música. Música en vivo. No sabría decir qué instrumentos eran, quizá un cello, un saxofón y algo más. Eran 3 ó 4 instrumentos, y quizá los músicos no eran profesionales. Pero fue tan idílico. Una música tranquila, entre blues y bossa nova. Una música invitadora e invitativa. Relajante, daban ganas de dormir, o de pensar, me sentía flotando sobre un campo de flores, pasto largo, árboles, el cielo azul, inmenso, libre y limpio. Tan profundo. La temperatura perfecta, una brisa fría, como si el mar estuviera cerca, el sonido de los árboles, el sonido del silencio, un día hermoso de primavera.
...Y eso es lo que sucede en la mente de una persona con déficit atencional. Mientras que en la vida real las cosas pasan, la gente de un lado a otro, no escuchan la música que yo escucho, la ignoraban quizá, la gente comía, otras estudiaban, pero yo, yo no. Yo estaba lejos de ese lugar, en la patagonia quizá. Quién sabe.
No comments:
Post a Comment